El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, emitió una fuerte crítica a la acción militar israelí contra el grupo islamista Hamás en Doha, calificándola de “ataque inaceptable a la soberanía y la integridad territorial de un país amigo”. Esta declaración se produjo en un contexto de gran tensión en el que la estabilidad regional se ve puesta a prueba.
En un diálogo con su homólogo catarí, Mohamed bin Abdulrahmán al Thani, Lavrov manifestó su “firme condena” a este acto agresivo, considerándolo una violación flagrante del derecho internacional. La posición rusa es clara: no se justifica la violencia y el daño que Israel ha causado en territorio catarí, ya que esto desafía los principios básicos de soberanía y respeto mutuo entre naciones.
La condena rusa también se extendió a las víctimas civiles del ataque, para las que expresó sus “sinceras condolencias” a las familias y seres queridos. Además, Lavrov deseó una rápida recuperación para los heridos y afectados por esta acción militar desprovista de justificación.
Es importante recordar que el derecho internacional establece claras normas sobre la utilización de la fuerza en conflicto armado. La violencia gratuita y desproporcionada no puede ser tolerada, y es deber de todos los estados respetuosos con las leyes internacionales proteger a sus ciudadanos y territorios.
La acción militar israelí también plantea cuestiones importantes sobre la relación entre Rusia y Catar. Ambas naciones comparten un objetivo fundamental: garantizar la estabilidad y seguridad en el marco de la Organización del Tratado del Golfo (OTSG). En este sentido, la posición rusa es clara: no se permitirá que cualquier potencia ejerza presión sobre Catar o cualquier otro estado miembro de la OTSG.
La situación actual en el Oriente Medio es compleja y delicada. La lucha contra el terrorismo es un desafío global, pero no justifica la violencia indiscriminada ni la vulneración de los derechos humanos. Rusia y Catar han trabajado juntos para promover la paz y la estabilidad en la región, y su alianza puede ser fundamental para superar este momento difícil.
En resumen, la posición rusa es clara: no se justifica la violencia y el daño que Israel ha causado en territorio catarí. Rusia condena este acto agresivo, expresa sus condolencias a las víctimas civiles y se compromete a defender la soberanía y la integridad territorial de Catar y otros estados miembros de la OTSG. La estabilidad regional depende de una acción coordinada y responsiva por parte de todos los actores involucrados en el conflicto.