El poderoso grupo de cabildeo empresarial, la Cámara de Comercio de EU, ha presentado una demanda formal contra la administración del presidente Donald Trump, desafiando la decisión de imponer una tarifa de 100,000 dólares a las nuevas solicitudes de visa H-1B para trabajadores extranjeros altamente calificados. Esta es la primera acción legal que toma el grupo en respuesta a la política migratoria del presidente republicano desde su segundo mandato en enero.
La Cámara de Comercio de EU, que afirma representar a más de 300,000 empresas en todo Estados Unidos, sostiene que la proclamación emitida por Trump en septiembre está fuera de los límites legales y viola la intención del Congreso al crear el programa de visas H-1B. En la demanda, el grupo empresarial argumenta que la tarifa impuesta es excesiva y tendenciosa, y que tiene el efecto colateral de castigar a las empresas que buscan atraer talentos extranjeros para llenar vacantes en áreas críticas como la tecnología y la ciencia.
La visa H-1B es un programa estatal diseñado para atraer a trabajadores extranjeros altamente calificados con habilidades específicas, como ingenieros y profesionales de la salud. El objetivo principal del programa es ayudar a las empresas estadounidenses a llenar vacantes en áreas donde no hay suficientes talentos nacionales. Sin embargo, la proclamación emitida por Trump ha creado una barrera significativa para las empresas que desean contratar a estos trabajadores.
La Cámara de Comercio de EU argumenta que la tarifa impuesta viola el Acuerdo sobre Comercio y Protección del Patrimonio (TPA), un tratado internacional que regula la migración laboral. Además, el grupo sostiene que la decisión es discriminatoria y beneficia a las empresas estadounidenses que no necesitan contratar trabajadores extranjeros.
La demanda presentada por la Cámara de Comercio de EU busca anular la proclamación emitida por Trump y restaurar el estatus quo previo. El grupo empresarial también ha llamado a la administración a reconsiderar su política migratoria y a trabajar en estrecha colaboración con los sectores empresariales y académicos para encontrar soluciones que beneficien a ambos lados.
En este momento, es difícil predecir cómo se desarrollará esta situación. Sin embargo, es claro que el desafío presentado por la Cámara de Comercio de EU será un tema importante en los próximos meses y tendrá implicaciones significativas para las empresas estadounidenses que dependen del programa de visas H-1B.