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Colombia pide diálogo y respeto a extranjeros, rechaza llamado a la partida forzada

Colombia pide diálogo y respeto a extranjeros, rechaza llamado a la partida forzada

En un duro discurso, el ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, no vaciló en calificar la política antidrogas implementada por los Estados Unidos como “una farsa con fines armamentistas” y les instó a abandonar el país. Esta crítica vino después de que el Departamento de Tesoro estadounidense impusiera sanciones financieras contra el presidente colombiano, Gustavo Petro, su esposa, uno de sus hijos y Benedetti mismo.

La medida fue tomada en respuesta a la política antidrogas implementada por Colombia, que los Estados Unidos consideran insuficiente. Sin embargo, Benedetti no se detuvo a argumentar sobre la efectividad o no de la política antidrogas colombiana, sino que optó por atacar directamente el método utilizado por Washington para imponer sanciones.

“Me meten en la lista OFAC sin haberlos agredido”, sostuvo Benedetti, refiriéndose a la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento de Tesoro estadounidense. “Eso demuestra que todo imperio es injusto y que su lucha antidrogas es una farsa armamentista”.

La medida tomada por Estados Unidos no solo afectó al ministro del Interior, sino también al presidente Gustavo Petro y otros miembros de su familia. La sanción impuesta prohíbe a los involucrados hacer negocios con empresas estadounidenses o tener acceso a fondos en instituciones financieras bajo la jurisdicción de Washington.

La respuesta de Benedetti no fue solo de crítica, sino también de invitación para que Estados Unidos se retiren de la política antidrogas en Colombia. “Señores de Estados Unidos”, dijo Benedetti, “si verdaderamente quieren luchar contra el tráfico de drogas y la delincuencia, tienen que irse a casa y dejar que las naciones soberanas como Colombia nos preocupen por nuestros propios problemas”.

La situación crea una tensión entre ambos países, ya que Estados Unidos ha sido un aliado clave para Colombia en su lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, la medida tomada por Washington puede ser vista como un indicio de que los Estados Unidos están empezando a perder interés en la lucha antidrogas en Colombia y priorizar otras agendas.

En este sentido, la respuesta de Benedetti no fue solo una crítica al método utilizado por Estados Unidos, sino también un llamado para que se revise la política antidrogas en general. “No hay manera de combatir el tráfico de drogas sin tomar en cuenta las raíces económicas y sociales del problema”, sostuvo Benedetti.

La situación creó una gran preocupación en Colombia, donde muchos ven la medida tomada por Estados Unidos como un ataque a la soberanía del país. La respuesta de Benedetti puede ser vista como un intento de defender la independencia y la autonomía de Colombia en su lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, también puede crear una tensión en las relaciones entre ambos países que requiere una resolución pacífica y constructiva.