La presidenta Claudia Sheinbaum manifestó su descontento en relación con la decisión de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela de la próxima Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en diciembre en República Dominicana. En un mensaje transmitido durante la Mañanera del Pueblo, Sheinbaum expresó su decepción y falta de acuerdo con esta decisión, señalando que no asistirá a la cumbre debido a compromisos pendientes en México relacionados con la emergencia causada por las lluvias en el centro del país.
La líder política mexicana también abordó la posibilidad de enviar representantes de Cancillería para participar en la cumbre, aunque no está completamente decidido. “Eso es lo que estamos viendo, a ver si habrá alguien de Cancillería que pudiera ir”, dijo Sheinbaum, quien admitió que su gobierno está analizando esta opción.
Es importante destacar que la exclusión de estos países del continente latinoamericano ha generado una gran controversia y críticas en las últimas semanas. La Cumbre de las Américas es un foro importante para discutir temas de cooperación, comercio y seguridad entre los líderes políticos de América Latina y el Caribe.
En su mensaje, Sheinbaum hizo hincapié en la importancia de mantener una política exterior que respete la soberanía de todos los pueblos del continente. “Es un tema muy importante para nosotros, porque creemos que es fundamental mantener relaciones diplomáticas con todos los países del mundo”, sostuvo.
La presidenta mexicana también se refirió a la importancia de la cooperación y el diálogo entre las naciones. “Creo que es fundamental que los líderes políticos nos reunamos para discutir temas importantes y encontrar soluciones para problemas globales”, dijo Sheinbaum, quien enfatizó la necesidad de trabajar juntos para abordar desafíos como el cambio climático y la pandemia.
La decisión de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela de la cumbre ha sido criticada por muchos líderes políticos y organizaciones internacionales. Muchas voces han destacado que esta exclusión viola los principios de inclusividad y respeto a la soberanía que deben caracterizar cualquier foro internacional.
En este sentido, la postura de Sheinbaum puede ser vista como un llamado a la reflexión y a una mayor apertura hacia otros países del continente. La presidenta mexicana ha demostrado su compromiso con la cooperación y el diálogo entre las naciones, y su rechazo a asistir a la cumbre puede ser visto como un gesto de solidaridad con los países excluidos.
En cualquier caso, la decisión de Sheinbaum sobre si enviar representantes de Cancillería o no para participar en la cumbre será un tema que seguirá siendo objeto de análisis y debate en las próximas semanas.