En una noche llena de tecnología y negocios, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acogió en la Casa Blanca a más de una docena de los principales magnates de la Inteligencia Artificial (IA). La reunión, que tuvo lugar en el marco de la fallida inauguración de la renovación de uno de los jardines más emblemáticos de la sede del Gobierno, atrajo la atención de líderes del sector que están revolucionando el mundo digital. Entre ellos, no figuraba Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla, aunque su ausencia no pasó desapercibida en el curso de la noche.
La cena comenzó con un encuentro personal entre Trump y los invitados, momento en el que el presidente expresó su conocimiento indirecto o directo hacia cada uno de ellos. “Los conozco a todos indirectamente, y a algunos los conozco muy bien”, les dijo mientras se sentaba al lado del anfitrión en una mesa amplia equipada con micrófonos para que cada invitado tuviera la oportunidad de tomar la palabra.
La conversación comenzó con temas relacionados con la IA, como el impacto potencial de esta tecnología en el mercado laboral y la necesidad de establecer políticas claras para guiar su desarrollo. Sin embargo, también hubo momentos de debate y reflexión sobre las responsabilidades que vienen con la creciente influencia de la IA en nuestras vidas diarias.
Entre los invitados se encontraban figuras prominentes del sector tecnológico como Andrew Ng, fundador de Coursera, y Demis Hassabis, cofundador de DeepMind. También estuvo presente Rometty Ginni, presidenta ejecutiva de IBM, y Sundar Pichai, director general de Google.
La noche también se caracterizó por la presencia de personas con experiencia en el sector público, como la secretaria de Educación, Betsy DeVos, y el director del Centro Nacional de Inteligencia, Dan Coats. La representación política reflejaba la importancia que el presidente atribuye a esta tecnología en la vida estadounidense.
Durante la cena, Trump destacó su interés en fomentar la colaboración entre el sector público y privado para impulsar el desarrollo de la IA. “Quiero trabajar con ustedes para crear empleos y mejorar la vida de los estadounidenses”, les dijo a los invitados.
A medida que la noche avanzaba, la conversación se centró en la importancia de la educación y la capacitación para prepararse al avance de la IA. Los invitados también abordaron temas como la privacidad y la seguridad en el uso de esta tecnología.
La reunión en la Casa Blanca reflejaba el creciente interés del presidente por la inteligencia artificial, que se ha convertido en una prioridad para su administración. La decisión de celebrar esta cenea en la sede del Gobierno también puede ser vista como un intento de mostrar su compromiso con la tecnología y la innovación.
A pesar de las críticas y los desacuerdos que rodean a Trump, la noche ofreció una oportunidad para los líderes mundiales del sector tecnológico para conectarse con el presidente y discutir sobre el futuro de la IA. La reunión también reflejó la importancia que se le da a esta tecnología en el mundo digital y su capacidad para transformar nuestra vida diaria.