En un intento por aclarar las causas detrás del débil crecimiento económico registrado en México durante el tercer trimestre del año, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la política arancelaria impuesta por el mandatario estadounidense Donald Trump fue el principal factor que contribuyó a este declive. Aunque admitió que la situación no tendrá un impacto prolongado en el mediano plazo, Sheinbaum sostuvo que la incertidumbre generada por esta política tendrá efectos significativos en la economía mexicana durante este semestre.
Sheinbaum explicó que los datos recientes sobre empleo presentados por su gobierno demostraban que el crecimiento económico débil no se prolongará hasta fin de año. En lugar de eso, la presidenta consideró que esta situación es una característica específica del tercer trimestre, fundamentalmente influenciada por la incertidumbre generada por los aranceles y su impacto en la industria automotriz.
Aunque Sheinbaum no negó el efecto de la política arancelaria en la economía mexicana, tampoco omitió mencionar otros factores que también han contribuido al crecimiento económico lento. Sin embargo, enfatizó que el impacto de los aranceles fue especialmente significativo para la industria automotriz, lo que a su vez afectó directamente a los empleados y las empresas relacionadas con este sector.
La presidenta también reconoció que, aunque hay cierta incertidumbre en torno al futuro del comercio internacional, México ha estado trabajando arduamente para diversificar sus exportaciones y reducir su dependencia de un solo mercado. Según Sheinbaum, esta estrategia permitirá a la economía mexicana ser más resistente a los shocks económicos y mejorar su capacidad para recuperarse en momentos de declive.
Mientras tanto, el gobierno federal ha anunciado planes para implementar políticas que apoyen el crecimiento económico y fomenten la inversión extranjera. La presidenta Claudia Sheinbaum espera que estos esfuerzos contribuyan a impulsar el crecimiento económico en México y superar el déficit actual.
En definitiva, aunque la caída del 0.3% en la economía mexicana sea un tema preocupante, la presidenta Claudia Sheinbaum sostiene que no hay motivos para la desesperanza. Con su experiencia en la gestión de crisis económicas y su visión estratégica para el futuro, Sheinbum cree que México puede superar este momento difícil y seguir creciendo en el mediano plazo.