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“La impasse de la justicia: Familiares de los 43 estudiantes desaparecidos denuncian la inacción del gobierno tras una reunión fructífera en vano”

La frustración y el desánimo rodean a los padres y madres de los 43 jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa. Tras una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum, Isidoro Vicario, abogado de las familias afectadas, reconoció la decepción y el estancamiento del caso, que cumplirá once años sin esclarecerse. La expectativa era alta, sobre todo después de las nuevas líneas de investigación propuestas por la mandataria. Sin embargo, la realidad fue distinta.

La reunión en Palacio Nacional se convirtió en un ejercicio frustrante para los familiares, que esperaban ver avances sustanciales en el caso. “Salimos de allí un poco decepcionados”, admitió Vicario en entrevista con medios después de la cita. La falta de progreso en la investigación es un tema que ha sido recurrente a lo largo de estos once años sin que se hallen respuestas convincentes sobre el paradero de los jóvenes normalistas.

Sheinbaum había prometido presentar nuevas líneas de investigación, pero Vicario aseguró que no vio nada que sugiriera un giro significativo en la investigación. “La presidenta nos dijo que iban a profundizar en algunas investigaciones y encontrar nuevos testigos”, explicó el abogado. Sin embargo, los familiares salieron de la reunión con la sensación de que no había avanzado nada importante.

La investigación sigue estancada en un punto muerto, sin que se haya hallado el menor indicio sobre el paradero de los 43 jóvenes. La falta de avances es un tema que ha generado mucha frustración y ansiedad entre las familias afectadas. “Es como si estuviéramos otra vez donde empezamos”, lamentó Vicario.

La reunión con Sheinbaum fue también el momento para recordar la desaparición de los jóvenes, cuyo caso sigue siendo un tema de debate público y una fuente de dolor para las familias involucradas. La memoria de aquellos 43 jóvenes, que se fueron a estudiar y nunca regresaron, sigue viva en el corazón de México.

La investigación en Ayotzinapa ha sido objeto de críticas y controversias desde su inicio. La falta de transparencia y la percepción de que las autoridades no están haciendo lo suficiente para esclarecer el caso han generado un clima de desconfianza y frustración entre los familiares y la sociedad en general.

La decepción y el desánimo que rodean a los padres y madres de los 43 jóvenes son comprensibles. Han estado esperando justicia y respuestas durante once años, y no han visto resultado alguno. La investigación sigue estancada, y la sensación es que nada va a cambiar. Sin embargo, la lucha por la verdad y la justicia no se detendrá. Los familiares seguirán peleando por sus hijos y amigos, y exigirán que se les brinde la verdad.

La esperanza de los familiares se basa en la creencia de que algún día se hallará la verdad sobre lo que realmente sucedió con aquellos 43 jóvenes. Hasta ese momento, la frustración y el dolor seguirán siendo una parte integral del proceso.