Dejó en claro que la la ratificación y la entrada en vigor del Tratado significa la conclusión de un largo e intenso proceso de modernización del principal marco que regula el comercio en la región.
La Secretaría de Economía y el Senado de la República coinciden en que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) debe estar bajo reflexión y revisión permanente, aseguró el legislador Ricardo Monreal Ávila, al considerar que con ello poder promover la recuperación económica y un desarrollo más justo y equitativo.
“En momentos extraordinarios como en el que transitamos a causa de la pandemia del Covid-19, es necesario dar pasos firmes y con visión a largo plazo, además de analizar los diferentes escenarios de la puesta en marcha del T-MEC”, apuntó el también el coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara alta.
En el prólogo del documento “La implementación del T-MEC: una prueba para América del Norte”, que publicó en sus redes sociales, aseguró los poderes Ejecutivo, Legislativo y un grupo de académicos expertos, decidieron realizar dicha publicación como parte de ese proceso. Es un grupo de prominentes personas expertas de los tres países de la región para analizar la recuperación después de la emergencia sanitaria, aclaró.
En el texto, coordinado por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, el senador zacatecano explicó que el objetivo es retomar las reflexiones de especialistas de los tres países, para “sacudir sus propias convicciones y asegurar que las condiciones que dependen de ellos -poderes Ejecutivo y Legislativo- sean favorables para materializar la visión del T-MEC”.
Esta reflexión crítica nos permitirá rectificar caminos, identificar nuevos retos e integrar nuevas variables y factores que, como en el caso de la pandemia, probablemente ahora no estemos previendo.
Dejó en claro que la la ratificación y la entrada en vigor del Tratado significa la conclusión de un largo e intenso proceso de modernización del principal marco que regula el comercio en la región.
No obstante, estos hitos detonan un reto aún mayor: la materialización de todas las oportunidades que el T-MEC encierra; además, los primeros meses de su operación se darán en medio de una crisis económica sin precedente, un creciente proteccionismo y guerras comerciales en curso.
Ello implica retos y oportunidades que se deben abordar de manera colaborativa entre la multiplicidad de participantes de este mercado regional, para explotar el potencial del acuerdo como instrumento de la recuperación económica regional, y sabiendo que en 2026 nos espera su primera revisión.